Las actividades cotidianas (educativas, laborales, sanitarias, ocio, etc.) obligan a diario a la permanencia prolongada de las personas en todo tipo de oficinas, edificios e instalaciones urbanas o industriales.
Según la OMS, la población de las ciudades y trabajadores en oficinas pasa entre el 80 y el 90% de su tiempo en ambientes cerrados, cuyo aire está contaminado en mayor o menor grado, lo que puede ocasionar graves problemas para la salud.
En la actualidad existen suficientes indicios de que en las oficinas, escuelas, hospitales, , centros comerciales, residencias de ancianos, etc., coexisten bacterias, virus, ácaros, partículas, humo ambiental de tabaco, etc, capaces de alterar la calidad del aire interior y originar efectos nocivos en la salud de las personas.
Según estimaciones de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA) los niveles de contaminación en ambientes cerrados pueden llegar a ser de 10 a 100 veces más elevados que las concentraciones exteriores, lo cual aunado a las condiciones operativas no adecuadas de sistemas de ventilación y recirculación de aire, refrigeración y/o calefacción, hacen prever un problema potencial de la calidad del aire dentro de dichos espacios y provocar malestar, bajas laborales, bajo rendimiento y el “síndrome de edificio enfermo”.
Para cumplir con el vigente Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE) deben realizarse análisis periódicos de la calidad del aire del interior de los edificios analizándose posibles contaminantes químicos (CO, CO2, NOx, SO2, etc..), físicos (humedad, temperatura, ruido, etc..) y biocontaminantes (humedad, ventilación, hongos, etc..).
Stenco dispone de experiencia, de técnicos cualificados, de equipos de medida en campo y de un Laboratorio acreditado para realizar todos estos controles según la Norma UNE 171300 y UNE 100012 y de realizar el correspondiente Informe Técnico.